21 de febrero de 2017.  La alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares ha asistido junto a los concejales, Javier Gámez, María del Carmen García y Magdalena Urrutia y diversos miembros de la empresa Grucal al comienzo de los trabajos en la carretera de Solana y Veracruz. Por el momento, ya han comenzado los primeros trabajos topográficos y el establecimiento de los puntos donde se va a trabajar. No obstante, en un par de semanas comenzarán a realizar las labores en la carretera. El arreglo integral se presupuestó en 498.000 euros y tras la adjudicación a la empresa Grucal, se produjo por su parte una bajada de 60.000 euros, por lo que el coste final de la carretera será de 438.000 euros.

“Hay que destacar de este Equipo de Gobierno que, lo que dice, lo cumple. En un año y ocho meses que llevamos de gobierno, estamos trabajando intensamente en el proyecto de ciudad que hicimos con colectivos, asociaciones y la ciudadanía en general de Úbeda y sus pedanías”, ha señalado la alcaldesa.  En este sentido, ha afirmado que la carretera de Solana y Veracruz era uno de los mayores compromisos de este gobierno, ya que era una reclamación firme de los vecinos desde hace más de veinte años.

Olivares ha explicado que esta carretera fue acogida por el gobierno del Partido Popular como propia, por parte de la Confederación Hidrográfica, en muy mal estado. “Se produjo la cesión sin el arreglo pertinente”, ha dicho. Asimismo, ha recordado que durante la legislatura de  2007-2011 Marcelino Sánchez consiguió una ayuda de 120.000 euros para el arreglo de la carretera, sin embargo no tuvo tiempo de ejecutarlo, siendo usado ese dinero por el siguiente gobierno del Partido Popular, para llevar a cabo un “parcheo”, en lugar de invertir y resolver el problema integral de la carretera. “Esto provocó el cabreo de los vecinos, que no ven ningún tipo de efecto positivo para el tránsito habitual que ellos hacen por esta carretera”, ha destacado Olivares.

La alcaldesa ha pedido a los vecinos “comprensión y paciencia”, mientras se llevan a cabo las intervenciones, aunque se ha llevado a cabo una planificación para que las obras afecten lo menos posible al tránsito de tráfico. En este sentido, ha explicado que existe  una posibilidad de entrar a las pedanías por la carretera del Molar, habiendo vías alternativas, las acciones se van a realizaren tres tramos. “Las obras hay que hacerlas y más en este caso que han sido muy reivindicadas, no obstante llevan su periodo. Es por ello que aunque desde la administración intentamos que los efectos sean los menos posibles, exista paciencia y comprensión por parte de los vecinos”, ha subrayado.

Por parte de la empresa, van a intentar acortar los plazos de ejecución, establecidos en seis meses, lo máximo posible. Sin embargo, la duración estará determinada por la climatología.