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El Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla restaura la obra ‘La educación de la Virgen’, que data de entre los años 1630 y 1650 Se trata de la segunda campaña de colaboración entre el Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla y el Excelentísimo Ayuntamiento de Úbeda

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30 de agosto 2017. La concejala de Cultura. Elena Rodríguez, junto a Francisco Sánchez Concha, profesor del Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla y director de la II campaña de restauración, y Cándido Vaquero, coordinador de los trabajos de restauración, han presentado esta mañana, en el patio del Excelentísimo Ayuntamiento de Úbeda, los trabajos de restauración que están realizando en el cuadro ‘La educación de la Virgen’, de autoría aún desconocida, una actuación que se ha hecho posible gracias al convenio firmado entre la Universidad de Sevilla y el Ayuntamiento de Úbeda.

 

Como ha recordado la edil, en 2016 comenzó una relación de colaboración entre el Excelentísimo Ayuntamiento de Úbeda y el Departamento de Pintura de la Universidad de Sevilla. “El año pasado iniciamos un convenio de colaboración para la recuperación a través de su estudio, restauración y catalogación del patrimonio pictórico de este Ayuntamiento y, por tanto, patrimonio de toda la ciudad”, ha expresado.

 

Dicho esto, Rodríguez ha hecho hincapié en que dados los buenos resultados que surgieron de la primera campaña de colaboración en 2016, este año se ha renovado la colaboración y se ha iniciado una nueva campaña de restauración de arte pictórico propiedad de la administración local, que se centrará en la restauración del cuadro ‘La educación de la Virgen’, “un lienzo precioso, en el que figuran San Joaquín y Santa Ana educando a la virgen cuando era niña”.

 

Como ha explicado la concejala, muy pocas personas conocían de la existencia de esta obra. “Probablemente permaneció oculto más de 30 años detrás de las cortinas del Auditorio del Hospital de Santiago. Yo lo descubrí durante la legislatura de 2007/2011, por casualidad, al mover las cortinas para ver el estado que presentaban las paredes por el efecto de la humedad. Ví que había un cuadro de grandes dimensiones que estaba en tan mal estado que no pensé que pudiese recuperarse y fue el año pasado hablando con Paco y Cándido, al terminar la primera campaña, cuando acordamos seguir colaborando y propuse restaurar esta obra hallada. Ellos aceptaron el reto y para mí fue una gran alegría, porque representaba recuperar un pedacito de nuestro patrimonio, que a punto estuvo de desaparecer”, ha comentado la concejala.

 

En este sentido, como ha reconocido Elena Rodríguez, el equipo de gobierno es consciente de que el patrimonio artístico y cultural es fuente de riqueza, que a su vez forma parte de nuestra historia. “Tenemos el empeño de recuperarlo para que puedan disfrutarlo nuestros ciudadanos y las próximas generaciones. Queremos que además sirva de ejemplo esta iniciativa y que todos comprendamos que el patrimonio que nos hace únicos no puede descuidarse o llegar a perderse, ya que si eso pasa perderemos parte de nuestra identidad cultural”, ha subrayado.

 

Y es que, ha seguido comentado la concejala, el patrimonio material y el intangible, es el que da las claves para entender el grado de conocimiento, las creencias, la sensibilidad, las inquietudes y el desarrollo alcanzado en un periodo histórico concreto del que somos herederos y, por tanto, responsables de preservar para la posteridad.

 

Para concluir su intervención, esta obra, como pasara el año pasado con los cuadros ‘Santiago Matamoros’ y ‘El mapa del  Reino de España’, se expondrá para que el público pueda disfrutar de esta restauración, en el Hospital de Santiago, del 10 al 26 de octubre.

 

Proceso de restauración

Por su parte, Francisco Sánchez Concha ha manifestado estar contento por encontrarse de nuevo en la ciudad, poniendo en valor obras que tan abandonadas han estado “por falta de medios no por falta de interés”.

 

En cuanto al trabajo que están realizando, la restauración de ‘La educación de la Virgen’, Sánchez Concha ha manifestado que han tenido suerte este año con la climatología, ya que las altas temperaturas permitieron acelerar el proceso y poder forrar a tiempo.

 

Así mismo, Francisco Sánchez ha puntualizado que, el equipo de restauración, formado por seis personas, está trabajando con las últimas tecnologías y materiales inocuos tanto para la obra como para el trabajador.

 

En cuanto al cuadro, cuyas dimensiones son de 2,5 m x 2,15 m, los restauradores aseguran que apenas se apreciaba la pintura. “Empezamos a mojar un poco, se intuía una cara de la virgen, empezamos a limpiar la obra y la curiosidad nos hacía que lo hiciéramos a una mayor velocidad, llegando a jornadas de diez horas y media”, ha  indicado.

 

Cuando ya se pudo ver la obra, tras el proceso de limpieza, pudieron comprobar que se parecía a la obra matriz de Rubens, de 1625, por eso la datación de la obra restaurada se estima entre 1630 y 1650. Según ha explicado Sáchez Concha, se trata de una muy buena autoría por dos motivos sencillos. El primero, por el espacio para el que se encarga, el Hospital de Santiago, para el que contrataron a los mejores artistas de la época, puesto que el donante disponía de medios para ello. El segundo, por la minuciosidad y similitud de trabajo, salvo que la pieza está invertida con respecto a la original, que hasta incluso las uñas de San Joaquín presentan suciedad después de un día de trabajo.

 

Dicho esto, Cándido Vaquero ha sido quien ha explicado más detalladamente el proceso de restauración que se está llevando a cabo. “Hemos centrado nuestra prioridad en realizar una intervención lo más cercana a la academia posible. Muy al día en cuanto a métodos de limpieza, hemos limpiado todo en sistema acuoso, con material inocuo, no tiene peligro de volcarse porque está gelificado, no es necesario utilizar mascarilla o guantes”, ha comentado.

 

En cuanto a la pieza a restaurar, Vaquero ha comentado que es muy interesante. “Tiene unos prejuicios bastante grandes, debido al abandono o al desconocimiento de esta pieza durante muchos años. Presentaba un depósito de suciedad superficial, de polvo, algunas distensiones, estaba ya retelada y estaba en muy mal estado”, ha destallado. A continuación, el coordinador del trabajo de restauración ha presentado, mediante unas fotografías, la diferencia de tonos entre la zona limpia y la que no ha sido intervenida, así como el estado original de la policromía. “Posiblemente, el anterior restaurador, en una intervención muy antigua, hubiese tocado algo por encima, porque había una diferencia de tonos oscuros que no correspondían a la imagen original”, ha apostillado.

 

Para finalizar, se ha refrescado el cuadro, una acción que los restauradores realizan para ver el color original del cuadro.

 

 

 

 

 

 

 

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